Lo difícil es transformar nuestras propias emociones
El Centro de Día, una vez más, visita el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de la mano de Alberto Gamoneda, en colaboración con el proyecto EducaThyssen.
Han sido ya tres ocasiones en que hemos podido disfrutar de esta actividad, en la que no solo recibimos, sino que también aportamos nuestros conocimientos. Así es como nace el verdadero aprendizaje, y es que las personas atendidas en el Centro de Día “tenemos voluntad para aprender y crear”.
Para la última visita al museo hemos estado trabajando sobre los detalles de distintos cuadros que nos despertaban emociones negativas, para posteriormente transformarlos en detalles que nos inspiraran alegría, equilibrio, compañía… “Transformar un dibujo es tarea fácil, lo difícil es transformar nuestras propias emociones”. De este modo, logramos analizar los agentes externos y el contexto, y así localizar las necesidades de las personas involucradas en el cuadro. “Estamos aprendiendo a transformar emociones y sensaciones”. Nos parece una actividad muy útil porque aprendemos a valorar el arte, y gracias al profesional que guía la actividad, Alberto, reflexionamos sobre nosotros mismos.
Además, las visitas las realizamos en compañía de otros recursos de la red, (CRPS Latina, CD Latina y EASC Latina) con lo cual, con el simple hecho de trabajar en equipo, escuchar sus opiniones y conocer el trabajo de los compañeros, ampliamos nuestro punto de vista. Para terminar, Alberto nos invita al taller para realizar una última actividad relacionada directamente con nuestra propia creatividad. Ésta nos ayuda a la concentración y a pensar en uno mismo, favoreciendo la expresión emocional y permitiéndonos dedicarnos un tiempo a nuestros sentimientos.
Lo qué más valoramos es la intervención del profesional ,lá capacidad que tiene para ďirigirse a nosotros. También destacamos lá sensibilidad de manipulación y elaboración de un ďibujo.
Aprender cosas nuevas y diferentes sobre los cuadros pues nos despiertan los sentidos. La actividad nos resulta interesante y gratificante.
Querido ya...Museo..
El Arte como herramienta de cambio y transformación social no solo de impacto micro en las posibilidades de recuperación de las personas con sufrimiento mental, sino que se va tejiendo una red donde la mirada se amplia, para llegar a esto que Alberto Gamoneda siempre nos recuerda, sobre el concepto del Museo para todos y todas. Un Museo donde lo diverso es Maestro.
La sistematización de los encuentros, la práctica y repetición de estos, nos permite que el entorno cada vez sea más normalizado y accesible. Que llegar y estar en el Museo, sea un lugar para la calma, la creación y el encuentro y donde las percepciones que inhabilitan la posibilidad de la creación, queden minimizadas y sobre todo, permeables a poder seguir siendo trabajadas desde los recursos.
Bajo la triada Persona-Ocupación y Entorno, el Museo teje. El Museo colabora en modificar la percepción de invalidación con la que la persona tras su narrativa truncada, llega. Y lo hace generando proceso de nuevo.. co-creando una nueva historia..
No me sale más que seguir agradeciendo las oportunidades...
Seguimos creando ...
Son muchas las oportunidades que ofrece.
Desde mi experiencia se convierte en un lugar amable donde recordar y reflexionar sobre las huellas que el pasado deja en nuestro presente. En recordarnos como eramos y pensar en todo lo que queda en el presente o su transformación.
El museo se convirtió en un espacio de conocimiento, reflexión y de transformación.
Parte de todo aquello que la demencia arrebata, la imagen da la posibilidad de por un momento indefinido de tiempo recuperarlo, hablar de ello y hacerlo presente.
Cada cuadro es una oportunidad.
He de mostrar mi mas sincero agradecimiento a Alberto por ser y estar en cada transito por espacios y cuadros, y al museo por cuidar las necesidades de cada persona. En muy pocos espacios nos dieron la posibilidad de estar y apreciar con el tiempo necesario o recorrer el espacio sin encontrar obstáculos.