Renoir y las malas/buenas hierbas

Hay en el museo una obra que nos adentra en un jardín poco convencional. No está cercado y las malas/buenas hierbas se extienden en todas las direcciones envolviendo a los personajes que aparecen en la misma. Se trata de Mujer con sombrilla en un jardín, de Pierre-Auguste Renoir, un cuadro en el que el pintor reivindica la existencia de espacios «salvajes», de lugares no reglados, para la vida —muchos años más tarde el paisajista y ensayista francés Gilles Clément pondría nombre a este tipo de lugares caracterizados por la mezcla, la insumisión o la diversidad; los denominó el tercer paisaje—.

Hoy, al pensar en un nuevo año, volvemos a la obra de Renoir y a las enseñanzas de Clément para ejemplificar nuestra manera de ver las cosas, nuestra propia acción en el contexto del museo. Así, dentro del espacio expositivo ordenado, bien definido, el trabajo educativo llega para revolverlo, alterarlo y crecer entre narrativas alternativas. Y es que nos dedicamos a caminar mucho, a escuchar, a dialogar, a jugar, a ocupar, a enredar, a observar, a imaginar, a llevar lo que pasa fuera adentro... a dejarnos llevar para crecer orgánicamente… Estas prácticas, que podrían parecer ajenas a un museo, hacen que este se vuelva cercano y cotidiano, para que cualquiera pueda sentirlo como propio.

Así, desde el Área de Educación del Thyssen, habitamos el tercer paisaje dentro del museo —también fuera—. De este modo, trabajamos por una nueva manera de ser y estar en el ámbito de la cultura. Por ello, el desplegable que hemos preparado para presentar nuestro programa educativo es la evocación de un lugar donde emerge un ecosistema propio. También es una invitación para perderse entre las naturalezas espontáneas, las malas/buenas hierbas que germinan en el arte.