Una re-vuelta
¡Aquí va mi crónica de un curso intenso! Re-conocer, re-encontrar, resetear… Volví —oficialmente— el 15 de octubre de 2022 a Musaraña. Profesionalmente comenzaba una etapa nueva.
Regresé con ilusión y tranquilidad porque sabía que iba a encontrarme con colegas con los que compartía el deseo de trabajar en comunidad, de hacer en colectivo. Mi biografía, la nueva y la vieja, también me acompañaban junto a intuiciones, deseos… y la necesidad de preguntar, leer, festejar, espigar, mapear, escuchar, «futurear» … junto a los miembros de la comunidad y mi compañera, siempre cómplice, Eva García.
Leer. Este año hemos leído mucho. Tenemos entre manos un proyecto de publicación que recoge, de manera muy diversa, muchas de las sensibilidades y de los posicionamientos educativos del grupo. Creo que podría recitar, casi de memoria, algunos de los textos del futuro libro. Cada una de las palabras y de las imágenes que formarán parte de la publicación, me han permitido conocer mejor a muchos de los miembros de Musaraña y preguntarme sobre qué está pasando en las escuelas; qué nuevas realidades atraviesan el día a día de la comunidad escolar; qué ocurre en el museo, en el ámbito de la educación informal; cómo se relacionan ambas realidades; cómo podemos imaginar juntos nuevos caminos —aprovecho para dar gracias infinitas a todas/os los que, desde 2017, habéis trabajado, contribuido e inspirado la publicación—. También me ha posibilitado sentarme, junto a Eva y a Rufino Ferreras, a excavar en el pasado para pensar en nuestro futuro papel como educadores. Musaraña hace que nos replanteemos muchas cosas dentro del propio museo.
Festejar. Durante este curso hemos celebrado, festejado, nuestro proyecto educativo común con intensidad, junto a Sara San Gregorio, en Comienzan las clases: 25 Fiestas (y alguna más) y con el dispositivo móvil Celebratorio, que ha pasado ya por El Espinar (Segovia), Travesía da Ramallosa (A Coruña), Collado Mediano (Madrid), Parla (Madrid)... Creo que todos estamos de acuerdo en la necesidad de fomentar iniciativas, proyectos, procesos… que rompan con lo cotidiano y que nos permitan imaginar otras formas de ser y estar, poniendo en juego la creatividad, los espacios y los tiempos compartidos. Celebrar es educar y por ello hemos dado un pequeño paso dotándonos de algunas herramientas y metodologías para las aulas y el museo.
Espigar: El tercer polo. Hay que mirar atrás para rescatar las semillas de un futuro que está por venir. Por ello, este año, gracias a las compañeras Ana Salado, Reyes González, Begoña de la Riva y con el apoyo de TBA21, hemos comenzado un proyecto muy especial que busca reutilizar de manera creativa algunos materiales de exposiciones temporales pasadas para darles una nueva vida en las aulas. ¿Aprendizaje? A nuevos usos, nuevos comienzos.
Mapear. Hemos continuado desarrollando proyectos que visibilizan los vínculos entre las personas con sus territorios. Como ya sabéis, durante los últimos años, venimos poniendo en marcha el dispositivo móvil Big Valise, que tiene, entre otros objetivos, proyectar y compartir la cartografía afectiva de los espacios que habitamos. Durante este curso hemos decidido documentar de manera pormenorizada las cajas y bitácoras creadas por todas/os las participantes. Para este trabajo hemos encontrado a una aliada perfecta, la gestora cultural Lucía Selas, que con tiempo y una mirada nueva hacia el proyecto ha puesto las bases de un futuro archivo que se materializará de múltiples maneras —vienen sorpresas—. La idea del mapeado, además, se ha activado este curso en forma de escultura en Al salir de clase: Paisajes inesperados, con Rosa García, con quien aprendimos que pueden existir tantos paisajes como miradas.
Escuchar. El mes de junio nos lleva a reunirnos en Terminan las clases: Los docentes hablan para practicar, más que nunca, la escucha activa y el intercambio de experiencias. Un grupo de docentes y educadoras/es, liderados por Ana Salado, Isabel Gómez, Norberto Ojeda, Henar Moros, Elmarina Binder, Patricia Martínez, Reyes González, Raquel Quesada, Marisa Álvarez … y procedentes de diferentes contextos, nos reunimos para aprender y sembrar nuevas ideas que puedan germinar en futuras iniciativas, tanto en otras aulas como en las salas del museo.
Futurear. ¿Qué le pido al próximo curso? Creo que es fundamental continuar escuchando y activando espacios de diálogo. Además, hay que cuidar la red ya conformada y, al mismo tiempo, generar nuevas colaboraciones para que Musaraña pueda ser entendido como un espacio social. Se trata, en definitiva, de avanzar en los espacios de encuentro y de reencuentro. Continuar trabajando en común, incluso más, pensando en la educación del presente y del futuro y poniendo en valor los propios procesos. Nos esperan grandes retos.
¡Gracias a todas/os por esta re-vuelta! ¿Cómo ha ido vuestro año?