¿Y ahora qué hacemos? II
Continuamos haciendo una recogida de los temas abordados en las conversaciones entre educadoras, durante el mes de Mayo y en torno a la celebración del Día internacional de los museos 2020: Museos por la igualdad: diversidad e inclusión.
Con el recurso de la pantalla partida -y compartida-, que nos han otorgado por estos días las plataformas virtuales, durante estos tres encuentros perseguimos pluralidad. Nos reunimos profesionales procedentes de diferentes países (Argentina, Chile, Colombia y España), de museos diversos, localizados en lejanos puntos del globo terráqueo, con colecciones únicas; unos más urbanos y otros más rurales; con contextos variados; con públicos con diferentes tipos de necesidades. Toda esta riqueza multicultural, facilitó una reflexión nutrida, con una perspectiva amplia; cuyo prisma conceptual se construyó desde las voces participantes, y nos dio preguntas a considerar en el panorama actual y futuro sobre el quehacer de los museos, y las relaciones con las personas que conforman nuestros públicos.
3. En relación con los formatos: ¿Qué pasa con la alfabetización digital y la falta de recursos en la mayoría de instituciones? ¿Cómo no diluir las tradiciones orales de ciertas comunidades en esta avalancha digital? Una idea posible sería experimentar con contenidos-juegos, con la dinámica de las tradiciones orales. ¿Será posible un arte correo entra la comunidad y el museo? ¡Están las radios comunitarias! :) En muchos museos estamos trabajando con podcast para difundir por radio, en redes comunitarias y por las cuentas de Spotify Youtube y soundcloud del museo. ¡Estamos en sintonía afectiva con la importancia de la voz en estos momentos! Por ello proponemos hablar más de interacciones a la distancia, no "virtuales" para ampliar las opciones más allá de internet.
¿Cómo podemos sostener la creación de propuestas educativas desde la virtualidad? Creemos en la importancia de estar en contacto y de trabajar para generar acontecimiento aún en un encuentro mediado por las pantallas. Hemos de hacernos con lo virtual, como un instrumento para seguir haciendo nuestro trabajo. Probar, experimentar, errar con lo virtual (es algo que también nos está permitiendo el contexto) Sí esa relación no es física y sí está cooptada por la virtualidad, habrá que pensar día a día qué propuestas hacer, y cómo llegar a lo emocional y físico, cómo plantear el diálogo, etc.
Pensamos en la virtualidad como un medio, que nos permite la posibilidad de seguir conectados pese a la ausencia o a la distancia física, pero que solo se activa por medio de otra u otro. Esto nos hace pensar nuevamente que la manera de sostener la creación de propuestas educativas a través de cualquier medio, es conociendo y conectando con el otro u otra. Saber cómo están nuestros públicos y cuales son realmente sus intereses o necesidades. Hoy nos toca Internet, porque asociamos nuestra era a una netamente digital, pero ¿Cuántas personas realmente tienen acceso a Internet? ¿Internet es el único medio?
Tal vez la fórmula es que no hay fórmulas. Y aceptar que en este “contexto” nuestra respuesta será una, y tal vez el próximo año otra totalmente distinta. Pero lo que no cambia es el valor por el otro/otra.
4. En torno a la evaluación: ¿Cómo deberían ser evaluadas estas actividades virtuales? Es el momento de realmente pensar en la acción educativa en museos, no como una instancia a evaluar formalmente, como hasta ahora se conoce, si no priorizar los procesos de aprendizaje.
¿Qué opinan de la saturación de actividades virtuales? Se asemeja a la “carrera por la productividad” al generar contenido tras contenido, lo que no puede ocurrir es caer en la inercia de ¿Quién sube más contenido para no desaparecer? Generar contenido responsable, con una idea detrás y un fin en sí mismo. El espacio virtual demanda contenido y funciona como un espacio de visualización de lo que se realiza, pero ¿cuál es el equilibrio entre generar contenido para no desaparecer y generar contenidos para crear fortalecer y crear vínculos? No significa “no” estar, tal vez se puede estar de otra manera.
5. En torno a lo educativo en el museo: El deseo, es muy importante. Desde allí se hacen las construcciones que de verdad impactan y transforman. Estamos justamente en un tiempo que nos brinda eso, “más tiempo” para reflexionar, para ir hacia adentro, para proponer iniciativas educativa conscientes / sustentables. ¿Se puede generar una identidad en lo virtual?
Debemos seguir conectados con las personas, diversificar los medios de encontrarnos y para eso debemos reforzar la importancia de escuchar, generar y mantener redes, preguntarnos constantemente ¿qué quiere, desea o necesita el otro u otra (la base de todo indistintamente del canal de comunicación)? Vamos de la mano con una re-significación del Tiempo y con cómo seguimos comunicados.
“Nos reunimos virtualmente con un profesor para saber cómo estaba y qué necesidades tenía. Al día siguiente nos envió un correo cuyo encabezado decía: “gracias por su tiempo””
Debemos dar espacio a la pausa e incertidumbre como parte de cualquier aprendizaje, atrevernos a explorar otros caminos, experimentar, a relativizar lo que creíamos. En definitiva a repensar nuestras prácticas bajo la idea de la adaptación.
“Me preguntaba hace unos días: ¿Qué es aquello con lo que no se transan (con lo que no cedemos), pese a cualquier circunstancia? R/ a). Las personas b). La Colección/ patrimonio material e inmaterial c). El amor por lo que hacemos”
El contexto como recurso, implica ajustarse a las múltiples realidades, y que estas cobren sentido en el aquí y ahora para todos sus participantes. Y con recursos no solo me refiero a aspectos materiales sino también simbólicos, emocionales. A través del contexto podemos nutrir y ejercitar la creatividad, la capacidad de adaptación, la plasticidad. Estos son las bases desde las cuales debiésemos comenzar a construir… post pandemia.
Catalina Pavez, educadora enMuseo de Arte Moderno Chiloé y Fundación Nube, Santiago de Chile, Chile; Catalina Martínez, educadora enMuseo Artequín, Santiago de Chile, Chile; Ayelén Rodríguez, curadora - educadora del Área de Comunidades enMuseo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina; Johanna Palmeyro, educadora enMuseo Casa de Ricardo Rojas, Buenos Aires, Argentina; Katherine León Zuluaga, coordinadora de educación en Museo Botero, Casa de Moneda y Museo de Arte Miguel Urrutia MAMU, Museos del Área cultural del Banco de la República, Bogotá, Colombia; Sonia Gugolj, educadora enFundación Proade Buenos Aires, Argentina; Agustina Barbosa, educadora enMuseo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, MALBA, Argentina, y Luz Helena Carvajal, educadora en Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.