Dibujar con las dos manos

El dibujo formaba parte fundamental de la pedagogía de Johannes Itten, porque puede ser una excelente herramienta pedagógica para el aula y porque despierta en los estudiantes otras maneras de conocimiento del mundo y de uno mismo. En el curso preliminar de acceso a la Bauhaus, Johannes Itten proponía ejercicios de dibujar con las dos manos. El objetivo de su actividad era la de adiestrar la coordinación motora del cuerpo y reducir el déficit de habilidad de la mano izquierda (en el caso de los diestros) y de la mano derecha (en el caso de los zurdos). Consistían en realizar los mismos movimientos coordinados con ambas manos al mismo tiempo y de manera simétrica. Te invitamos a reflexionar sobre la importancia del dibujo.

¿Qué relación tienes con el dibujo? ¿Cuándo dibujas? ¿Y vuestros alumnos? ¿Qué importancia tiene el dibujo en el sistema educativo? ¿Cuánto tiempo le dedicáis al dibujo en el aula? ¿Cómo se presenta el dibujo a los alumnos en los niveles iniciales? ¿El dibujo libre? ¿Qué pensáis? ¿Qué aporta a los alumnos? ¿Cómo gestionamos el aburrimiento respecto a los aprendizajes o la adquisición de ciertas destrezas? ¿De qué modo el dibujo es pensamiento?

Consejo 1. Puedes practicar primero sin lápiz haciendo distintos movimientos y dibujando en el aire diferentes formas; círculos, cuadrados, triángulos, líneas curvas, líneas que se encuentran, que se separan… Progresivamente puedes hacer movimientos más complejos, esta vez con el lápiz sobre el papel, y no solo con el movimiento de tus manos, sino también con todo tu cuerpo. El resultado de tus dibujos se acercará a las propuestas de artistas contemporáneos como Heather Hansen, quien utiliza todo su cuerpo para dibujar a gran escala sobre el papel, consiguiendo lo que se conoce como “dibujos performativos”.

En el museo. En la colección del museo contamos con algunos dibujos donde los artistas emplearon técnicas sencillas como el lápiz o el carboncillo sobre papel. Te recomendamos ver algunos ejemplos como Dibujos suprematistas (hacia 1919), de Kazimir Malévich; Autorretrato (s.f.), de Giambattista Piazzetta, o Estudio para el Cristo amarillo (s.f.), de Paul Gauguin.