Las nociones experiencia de visita y experiencia de los visitantes son objetos de reflexión, cada vez más frecuente en los últimos años, cuando se trata de ahondar en el conocimiento de los visitantes.

Tradicionalmente, los estudios de públicos han centrado su atención en los espacios museales, tanto en la disposición de los objetos como en el diseño de las propuestas interpretativas, y en los visitantes considerando su tipo, su agenda y su biografía. Ahora bien, si los museos y los sitios de patrimonio cultural, con sus discursos y propuestas, ya no son más contenedores y dispensadores sino espacios de experimentación y participación, también han de ser concebidos de esta manera los espacios de experiencia.

Espacios de naturaleza multidimensional y constituidos a través de formas de uso diversas que exceden la permanencia en el museo tanto en ubicación como en tiempo. Atender a los espacios de experiencia que se generan a partir de la visita al museo, es además, considerar a la vez la dimensión individual y social de la visita.

¿Es posible que la experiencia sea a la vez individual y social aunque estemos solos? La cuestión sería cómo poder evitarlo.

Nunca estamos solos en la sala de exposiciones o ante un hito interpretativo. La visita individual o en compañía es sólo una elección o una circunstancia que modifica las características de la experiencia pero no agota su pozo social. En los espacios de experiencia la comunicación social no emerge solamente ante la presencia de otros del mismo modo que la interacción social no se reduce a la coordinación necesaria con el resto de los visitantes, sino que tiene lugar con cada negociación de sentido. En las expresiones de una experiencia contingente y situada subyace, a través del análisis de los procesos de interiorización e intercambio[1], de expresión y comunicación, la posibilidad de lograr una comprensión holística de una preocupación máxima tanto para el investigador como el profesional del patrimonio cultural.

¿Quiénes están ahí fuera? El turista, visitante quizás contingente y quizás situado, pasa, lee e interactúa con la propuesta o producto patrimonial, no obstante, el espacio de su experiencia dentro de un viaje o contexto vacacional podrá ser explorado y comunicado más allá del espacio-tiempo en que se produce.

Fecha de publicación:
9 de Agosto de 2016
Imagen
Diolinda Ramírez
Información sobre el autor:

Universidad de La Laguna y Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

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