¿Por qué la escuela tiene que ir al museo?

En la formación del profesorado desde la materia de Educación Artística siempre invito al alumnado a salir del aula. ¿Por qué? Pues porque partimos de la idea de que si la escuela tiene que preparar para la vida, la vida es aquello que sucede en fuera del aula.

Salir a un museo es vincular el proceso de aprendizaje a la vida, primero por todo lo que acontece en el viaje hasta el museo y luego, porque todo lo que se guarda y muestra en el museo responde a la mirada más comprometida que sobre la vida se puede tener, que es la de las y los artistas. ¿Qué es sino una obra de arte? y ¿Por qué tenemos que ir a verla?

Porque la generosidad y honestidad de la mirada de las personas creadoras queda patente en sus obras y es un derecho y además un privilegio poder contemplar reflexionar, dibujar y dialogar frente a ellas, directamente frente a la obra original. Es algo a lo que todos los seres humanos deberíamos tener acceso, es un derecho universal garantizado por la UNESCO en el derecho a la educación y el de acceso a la cultura. En el museo se accede al conocimiento porque nos ofrece la posibilidad de descubrir y emocionarnos con aquello que sólo podemos contemplar allí. Es una experiencia única, personal en intransferible.

Me encanta sentir cómo me enriquece cada visita al museo. Primero cuando acudo sola para preparar la visita con el grupo y luego, al establecer el diálogo con el grupo de alumnado siempre me sorprendo con sus reflexiones y su mirada. En otras ocasiones me convierto en alumna y quiero felicitar y agradecer desde aquí a los  departamentos educativos de los museos todo el apoyo y la labor que realizan porque son verdaderos dinamizadores de la cultura y promotores de la Educación Artística tan importante para la vida, la formación de las personas y para construir un mundo mejor, tarea o fin último de la educación.