Los museos en la educación. Repensando nuestros conceptos

La educación en museos al igual que el resto de departamentos que deberían estar presentes en nuestras instituciones sigue la estela de cometa de un mundo salvaje y cambiante, tratando de alcanzarla y de hacer participes sus recursos para adaptarlos a sus propósitos.

Vemos que en nuestro siglo XXI tenemos fenómenos de masas que muchas veces escapan a cualquier lógica, nuevas tecnologías que pueden asustar y ayudar a partes iguales dependiendo de donde enfoquemos nuestra mirada. También vemos como los recursos clásicos de los que disponíamos siguen siendo efectivos pero cada vez pierden más atractivo.

Pero hay cosas que nunca cambian, nuestra naturaleza humana hace que seamos curiosos, proclives a ser felices, a jugar si algo nos capta la atención, aprender a través de la experiencia.

Es hora de que repensemos los museos como lugares donde no solo ir para deleites visuales, donde cada vez seamos menos visitantes y más usuarios,donde preguntemos y generemos preguntas, donde seamos cada vez más participativos incluso de las programaciones, que hagamos de los museos lugares de interés, donde se despierte nuestro instinto de curiosidad, nuestras ganas de jugar y divertirnos, podemos ir avanzando en el camino las experiencias plenas y menos concepto tangible al final de una visita.

Desde la distancia que me da mi actual estancia en Canadá, donde veo una percepción distinta de las instituciones museísticas, de su relación con la sociedad y el feedback entre ambos veo con más perspectiva que la labor de multitud de museos como Thyssen, Würth, MIMMA, Red Museística de Lugo, MARQ, Museo Arqueológico de Tarragona muestran como paso a paso se pueden repensar los museos hacia nuevos horizontes.

En la medida que nos de nuestros recursos, nuestra imaginación, creatividad hagamos por repensar nuestros museos hacia un nuevo siglo XXI. ¿Y tú? ¿Cuál es tu ideal de neomuseo?