Diferentes protagonistas de la acción educativa analizan y reflexionan sobre el papel/rol de los visitantes jóvenes y las acciones que acometen los profesionales de la educación en museos y centros de arte junto a estos públicos, desde una mirada transversal y abierta.

Algunas de las preguntas más frecuentes y de las respuestas más buscadas en los departamentos de educación de museos y centros de arte, son las relativas a la participación de los jóvenes en sus programas y actividades. Debido al dinamismo de los movimientos culturales, la influencia de los medios de comunicación y los avances tecnológicos, los museos han debido reflexionar sobre su posicionamiento como espacios con capacidad para interactuar con las nuevas generaciones. Por ello, la vertiente más didáctica, ha apostado por la creación de experiencias educativas significativas, ligadas a la comprensión y asimilación de los códigos de estas audiencias. 

¿Existe o ha existido una verdadera reflexión, entre los profesionales, sobre por qué los jóvenes en el museo? ¿Cuál debe ser el papel de los jóvenes en el museo? y, a la inversa, ¿cual debe ser el papel de las instituciones museísticas y centros de arte frente a este público? ¿Qué podemos ofrecernos mutuamente?

Para dar respuestas a esta pregunta y reflexionar sobre la incorporación activa de los jóvenes a la vida de los museos, ha sido y continúa siendo necesario preguntarnos por sus creencias, sus visiones sobre las instituciones políticas, educativas y culturales, sus formas de articulación para la participación en sociedad, por los valores identitarios que los inserta en contextos diversos, la organización de sus tiempos vitales (estudio, trabajo, familia, ocio, etc…) o sus propios modos de comunicación y, directamente en el caso que nos ocupa, cuestionarnos y dialogar con los protagonistas sobre ¿Qué les interesa? ¿Qué hacen? y ¿Qué les gustaría hacer? 

Según el último informe Juventud en España, publicado en 2012 por el Instituto de la Juventud, un 45,4% de los encuestados, entre 15 y 29 años, afirman que entre sus actividade de ocio favoritas se encuentran ir a museos y exposiciones, pero únicamente el 25,8% de los mismo terminan acudiendo. ¿Qué ocurre para que casi la mitad de los jóvenes que pretenden visitar un museo, finalmente no lo hagan?, aquellos que deciden concurrir ¿cuáles fueron sus motivaciones y grado de satisfacción? y, fundamentalmente, ¿por qué más del 50% de los encuestados ni siquiera lo plantean? 

Desde el Área de Educación del Museo Thyssen-Bornemisza, hemos entendido el trabajo con jóvenes como una experiencia, o mejor aún, como un compendio de ellas. La experiencia estética se da la mano con la educativa y el descubrimiento con la formulación de hipótesis. Esta faceta experiencial ha convertido a nuestro Museo en un espacio abierto, en el que desarrollar, desde un punto de vista propio, una mirada crítica y constructiva del mundo de la creación artística. 

Afirmó Picasso “cuando se es joven, se es joven toda la vida”. Con ese objetivo diferentes protagonistas de la acción educativa analizan y reflexionan sobre el papel/rol de los visitantes jóvenes y las acciones que acometen los profesionales de la educación en museos y centros de arte junto a estos públicos.

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    Fechas
    21 de junio de 2014
Con la colaboración de:
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Fundación BBVA

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