Hace más de dos décadas que los departamentos de educación asumieron la tarea de repensar y transformar los museos. Con ese objetivo, se han celebrado varios encuentros...

Hace más de dos décadas que los departamentos de educación asumieron la tarea de repensar y transformar los museos. Con ese objetivo, se han celebrado varios encuentros de educación en museos, en los que siempre se ha debatido acerca de quiénes hacían educación en museos y en qué condiciones laborales llevaban a cabo su labor. Así, hace algunos años, los profesionales de la educación en museos decidimos pasar de la acción a la reflexión, con la intención de definir el perfil profesional y las necesidades de la profesión, con el objetivo de poner en valor la profesión dentro y fuera del museo. Sin embargo, lejos de las expectativas que auguraban una mejora en las condiciones laborales, la gran mayoría de las instituciones culturales españolas han optado sistemáticamente por un modelo empresarial de externalización de las actividades de mediación y educación, sustituyendo la relación laboral con las trabajadoras y trabajadores por una relación de servicios a través de subcontratas, falsos autónomos y empresas interpuestas. Todo ello, al tiempo que, paradójicamente, las instituciones culturales defendían, y defienden, la educación como una de las más importantes funciones del museo en el espacio social.

Por eso, los profesionales de la educación y mediación en museos hemos tenido que volver a la acción y denunciar la precaria situación laboral y la irregularidad de las contrataciones. Son ya muchos los casos de denuncias, desde los procesos judiciales de las educadoras del MUSAC en 2011 y Artium hasta las huelgas actuales en Barcelona y el País Vasco, entre muchos otros procesos que no han salido a la luz. Por desgracia, estas acciones no han modificado sustancialmente el sistema de contratación y la mayoría de nuestras instituciones siguen optando por la externalización de nuestros “servicios” educativos.

Asimismo, actualmente, en el territorio español, expulsadas (como personal laboral) de las instituciones, las acciones se están llevando a cabo a través de los movimientos asociativos. Tales son los casos de las asociaciones territoriales como la Asociación Valenciana de Educadores de Museos (AVALEM) o la Asociación de Mediadoras Culturales de Madrid (AMECUM). Ambas son muy jóvenes, pues en España no existe una tradición asociativa dentro de nuestra profesión. AMECUM se fundó en diciembre de 2015, gracias a la iniciativa de algunas de las mediadoras de la Comunidad de Madrid que trabajan en diferentes centros artísticos de la capital, contratadas por empresas de gestión de servicios “educativos”. Aunque ha surgido a nivel local, nuestro propósito es servir como modelo para otras asociaciones territoriales y que con ello, en un futuro no muy lejano, se pueda generar una red a nivel estatal.

AMECUM tiene como objetivos visibilizar el trabajo de educación y mediación, mejorar la profesionalización del sector, fomentar la formación teórico-práctica y combatir la precariedad laboral de los profesionales. En este sentido estamos llevando a cabo actividades de formación (cafés - mediación abiertos a todas aquellas personas que participen de nuestra filosofía) y autoformación para asociadas, y haciendo un mapeo de los perfiles profesionales de la mediación y de su situación laboral en el territorio español. 

AMECUM emplea habitualmente término “mediación” porque apunta a un campo más amplio en el que confluyen y dialogan diferentes agentes sociales y culturales cuya práctica profesional se basa en la producción de conocimiento de forma más abierta y participativa, siempre en diálogo con los públicos y usuarios. Nos nombramos en femenino (“mediadoras”), no apelando al sentido excluyente del género gramatical, sino como un modo de visibilizar la feminización de una profesión precarizada.

Fecha de publicación:
11 de Agosto de 2016
Imagen
Asociación AMECUM

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