¿Y ahora qué hacemos? I
Aquí iniciamos tres post en los que recogemos y compartimos algunas de las reflexiones que surgieron del ciclo Conversaciones ¿Y ahora qué hacemos? durante el confinamiento! Esperamos sumar otras voces para que la conversación continúe. ¡Déjanos tus comentarios!
Por un lado el tema nos lo pedía, el tema propuesto por el ICOM para la celebración del Día Internacional del Museo para este 2020: Museos por la igualdad: diversidad e inclusión –celebración atravesada por una pandemia mundial- nos reclamaba a las áreas de educación estar presentes, hablar de nuestro trabajo, reflexionar sobre el momento actual y preguntarnos sobre el futuro. ¿Cómo hablar de igualdad, diversidad e inclusión, precisamente en un momento de transformación tan grande? ¿Y sobre todo cuando para muchas personas el museo y muchas otras necesidades básicas son inaccesibles? Por otro lado, teníamos esta idea de seguir en contacto, de crear red y no romper los hilos de cercanía y afecto que creamos en el poco o largo tiempo juntas. Estas fueron las motivaciones iniciales para lanzarnos a conversar y generar las conversaciones: ¿Y ahora qué hacemos?
Estos encuentros han sido una forma de continuar dando vida a la pluralidad en los museos, aspecto valiosísimo que nos habla de diferentes culturas, pensamientos, intereses y que desde el diálogo que se propicia en las salas, ahora virtuales, permite seguir tejiendo diferentes relatos entrecruzados con las colecciones. Aquí recogemos algunas ideas de lo que hablamos:
1. En torno a la comunidad y las personas: El tiempo de confinamiento nos ha hecho pasar por diferentes ritmos y ha exigido amoldarnos a ellos. Inicialmente, nos enfrentamos a una etapa de producción acelerada de contenidos, como una forma de no desaparecer, y a la vez, dar una respuesta a los públicos, para decirles “Ey…Estamos aquí, acompañándolos. No los hemos abandonado”. Contenidos que siguen apareciendo de una manera menos intensa, pero que siguen demostrando una construcción sobre la marcha. Aun así, esperamos un ritmo más pausado, ese que quizá nos brinde el espacio para la reflexión de lo que ha sucedido y cómo poderlo capitalizarlo de la mejor manera, y por qué no, volver a la poética, y sensibilizarnos y encontrar la belleza en medio de lo que puede ser confuso, incluso caótico.
El museo que escucha a sus públicos es un museo vencedor en la cuarentena y siempreee! Por ello seguiremos trabajando territorialmente y en una red afectiva museal! Preguntándonos: ¿Cuáles son las problemáticas de las comunidades HOY? Y para dar respuesta, que el mismo público nos ilumine por donde seguir como educadoras. Nos parece clave :) Nada mejor que escuchar a nuestros públicos! Destacamos además el señalamiento sobre la importancia del patrimonio personal de los públicos.
Tras esta situación de emergencia nos vamos a enfrentar a la necesidad y el desafío de incluir como tarea, en la gestión y desarrollo de nuestras actividades, el diseño de estrategias que proporcionen un reencuentro/ encuentro con las personas, seguro en términos sanitarios (que contemplen hábitos de higiene y cuidado sostenido) y afectivo en términos comunitarios, en el sentido de los términos que rigen el espíritu de nuestras instituciones.
La “normalidad” de hoy, es la de comunidades que, además de sus especificidades, están pasando por una crisis sanitaria y económica de escala mundial, una realidad material que está totalmente alterada. Esto nos obliga a pensar en cuál es el rol del museo y de sus departamentos de educación, cuál es su posicionamiento político dentro de esas comunidades y realidades locales. Entonces deberemos pensar seriamente en nuestras actividades, en su pertinencia en relación al contexto, sus propósitos, su modalidad y sus contenidos, y especialmente el para quién. Como se ha dicho, pensar en nuestro interlocutor será fundamental. Y plantearnos la valiosa tarea de acompañar a nuestras comunidades. La compañía y el apoyo son actividades no menores en tiempos de crisis.
2. En torno a los profesores y la escuela: ¡Destacamos la importantísima solidaridad de los docentes en estos momentos en la ciudad y provincia de Buenos Aires, en los territorios de Santiago de Chile y Chiloé, en toda el área de Bogotá y la Comunidad de Madrid, y en cada rincón del mundo, desde donde se han esforzado por seguir adelante con su labor a pesar de las circunstancias!!
Hemos conectado con docentes de diferentes lugares a través de vídeo llamadas, correos, audios de whatsApp para saber cómo están y cómo el museo puede ser un agente mediador en este contexto. Y a pesar de que todos pertenecen a la misma provincia, cada comunidad educativa es un ecosistema totalmente diferente. Entonces nos preguntamos ¿Cómo respondemos a esa diversidad?
Catalina Pavez, educadora en Museo de Arte Moderno Chiloé y Fundación Nube, Santiago de Chile, Chile; Catalina Martínez, educadora en Museo Artequín, Santiago de Chile, Chile; Ayelén Rodríguez, curadora - educadora del Área de Comunidades en Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, Argentina; Johanna Palmeyro, educadora en Museo Casa de Ricardo Rojas, Buenos Aires, Argentina; Katherine León Zuluaga, coordinadora de educación en Museo Botero, Casa de Moneda y Museo de Arte Miguel Urrutia MAMU, Museos del Área cultural del Banco de la República, Bogotá, Colombia; Sonia Gugolj, educadora en Fundación Proa de Buenos Aires, Argentina; Agustina Barbosa, educadora en Museo de Arte Latinoamericano de Buenos Aires, MALBA, Argentina, y Luz Helena Carvajal, educadora en Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.